El jugador que cuando jugaba por Peru jugaba por el Peru.
Loco Vargas: "Es un halago que mi ídolo "Chumpi" hablé de mi"
20 de Diciembre del 2010
LIMA | El lateral de la Fiorentina, Juan Vargas, consideró hoy emocionante que el mítico ex mundialista peruano Héctor Chumpitaz haya señalado que lo prefiere como capitán del seleccionado incaico antes que a Claudio Pizarro.
"Es un halago para mí que mi ídolo hablé así. Es emocionante escuchar las palabras de 'Chumpi', pero hay que destacar que Claudio (Pizarro) es el referente del equipo y por lo hecho en la Bundesliga todo cae por su peso", manifestó Vargas en declaraciones para su web oficial.
Chumpitaz opinó, que escogería a Vargas como capitán, debido a sus dotes de líder y porque lleva la impregnada en la piel la camiseta de la selección peruana.
Juan Vargas recalcó que el futbolista que sea designado capitán tendrá el proceso de todos sus compañeros cuya meta es clasificar al Mundial Brasil 2014.
"Además sabemos que el "profe" Markarián es el que decide quién será el capitán y quien lo sea estoy seguro que tendrá todo el apoyo del grupo", anotó Vargas.
Juan Vargas, que ha sido capitán del seleccionado en algunos partidos, admitió que el hecho de llevar la cinta de la blanquirroja tiene un "plus en la cancha".
Por último dijo "cada uno debe tener un capitán adentro para que los once maten en el campo, esa es la idea".
¡Peligro! Hay Burga para rato en la Federación de Fútbol
14 de Diciembre del 2010
LIMA | Ni el periodismo, el gobierno y el Congreso han logrado desestabilizar a Manuel Burga al frente de la Federación Peruana de Fútbol. El cuestionado dirigente "sigue vivo" a pesar de que le han dicho de todo y cada vez que sale una encuesta, los números abrumadoramente no lo ayudan.
El repudio en el Perú hacia su gestión es masiva, pero él ni se inmuta. No le hace caso a nadie, ni a su familia, que ya está cansada de tanto cuestionamiento.
El viernes son las elecciones a la presidencia de la Federación Peruana de Fútbol y es tal el poder de Burga, que sin lanzarse oficialmente a la reelección (recién lo haría hoy) ya lo dan por ganador. Por eso, su ex amigo y cómplice de la debacle de nuestro fútbol, Fredy Ames, ya se dio cuenta que su candidatura estaría demás y no piensa presentarse.
Burga, una vez más, está tranquilo porque es consciente que ni la candidatura del ex árbitro Alberto Tejada le hará sombra. El sabe que se quedará por un buen tiempo en la Videna, así el 84% le diga en todas las encuestas que su gestión al frente de nuestro fútbol es malísima y un 94% no quiere que vuelva a reelegirse.
Pero lo lamentable no sólo es que el mencionado directivo quiera seguir en la Videna por los siglos de los siglos, sino porque además han pasado más de quince años (se incluye la gestión de Nicolás Delfino) y no apareció un dirigente que los destrone del sillón presidencial en la mejor de las formas.
Estamos tan mal en el fútbol, que la mayor parte de los dirigentes se acomodan al sistema y no le quieren hacer sombra. Total, según ellos, a su lado ganan más que ponerse a la vereda del frente con la intención de desestabilizarlo.
Un claro ejemplo es Julio Pacheco, quien antes de ingresar a la "U" tenía toda la intención de revolucionar el fútbol peruano. Hoy tiene el poder en Universitario y no se pronuncia sobre la reelección de Burga. Es más, no se sorprendan que los cremas voten por él.
Otro ejemplo: luego de que Cienciano campeonara el 2003 en la Copa Sudamericana, Juvenal Silva era el firme candidato para ser el presidente de la FPF, pero tres años después se contentó con ingresar al Congreso y presidir la comisión de Sudáfrica 2010, que fracasó.
También resulta increíble que la gente de Cristal postulara a Federico Cúneo para que le haga la pelea a Burga el 2006 y luego de perder, Backus, a través de la cerveza Cristal, sigue apoyando a la FPF.
Por todo esto, hay Burga para rato en la Federación, a pesar de que con él conseguimos ser los últimos en Sudamérica. Las federaciones departamentales que están con él también tienen la culpa. ¡Qué vergüenza!
Purga celeste: Sporting Cristal rescindió contrato a 14 jugadores de su primer equipo
Edwin Pérez, Wenceslao Fernández y el colombiano Breyner Bonilla figuran entre los futbolistas que dejan el plantel, informó el club rimense en un comunicado de prensa
El club Sporting Cristal informó que 14 jugadores dejaron de pertenecer a su primer equipo profesional con miras a la temporada 2011.
Mediante un comunicado de prensa, el club rimense dio a conocer la salida de José Carvallo Alonso, Jeickson Reyes Aparcana, Miguel Villalta Hurtado, Edwin Pérez León, Wenceslao Fernández Donayre, Bryan Salazar Prado, Damián Ísmodes Saravia, Ismael López Sánchez, Jaime Vásquez Ramírez, Janio Posito Olazábal y Jesús Cabrera Chipana.
Entre los extranjeros que dejan la celeste están el paraguayo Ricardo Martínez Pavón, el colombiano Breyner Bonilla Montaño y el argentino Daniel Néculman Suárez.
"El Club Sporting Cristal S.A. agradece el esfuerzo brindado por los futbolistas mencionados y, a la vez, les desea lo mejor en sus próximos retos", indica la nota publicada en su página web.
Cabe indicar que la salida de jugadores fue anunciada en el día en que el club celeste cumple 55 años de vida institucional. El jueves último, Víctor 'Chino' Rivera había dejado de ser director técnico de cuadro celeste.
Mario Vargas Llosa y el fútbol: el toque de balón de los brasileños
El Nobel de Literatura fue columnista de El Comercio durante el Mundial España 82. En esta primera entrega recordamos lo que escribió sobre el juego del Brasil de Zico
Ciertos partidos tienen que ser buenos. Se lo sabe de antemano, no solo por la calidad de los contendores o por la significación del match –lo que este entraña para la tabla de clasificaciones–, sino, sobre todo, porque la atmósfera se ha ido caldeando en torno del futuro encuentro, el que se inicia con una aura estimulante, una energía subterránea, un mandato colectivo que los jugadores deben acatar. La expectativa y la fe de los hinchas contribuyen a que haya esos encuentros que duran, como un viejo amor, en la memoria del aficionado.
Todos sabíamos que el partido Argentina-Brasil sería el verdadero final del campeonato y lo cierto es que ha sido un magnífico encuentro en el que se ha visto jugar fútbol con empeño, pundonor, sin triquiñuelas, con un haz de jugadas brillantísimas y goles para recordar. La derrota de Argentina, aunque previsible, por la trayectoria que han tenido en esta Copa los campeones mundiales, refleja con objetividad el rendimiento de los cuadros en la cancha. Pero esto no debe tomarse como peyorativo para los albicelestes, quienes –-cerrando los ojos sobre algunas violencias inútiles como las faltas de Passarella a Zico y la de Maradona a Batista, cuando el match daba ya las últimas bloqueadas-– fueron unos rivales dignos, y a ratos excelentes, del once brasileño.
Fue una bella tarde, con las tribunas de tope a tope, hirviendo de banderas, maquinitas, hurras y música de bombos y silbatos. En el cielo, un dirigible evolucionaba entre avioncitos monomotores, como una inmensa ballena escoltada por peces pequeñitos y globos verdes y amarillos que reventaban con estruendo. Tuve, por un momento, la sensación de estar en el Brasil y me acordé de la estupefacción y el entusiasmo que sentí, hace ya un cuarto de siglo, la primera vez que asistí a un match en el estadio de Maracaná, en Río, al ver que el espectáculo de las tribunas, ese continuo carnaval, era tan exaltante y contagioso como el césped.
Los pueblos se expresan en las formas inesperadas y disímiles. La creatividad de los peruanos, por ejemplo, se ha volcado extraordinariamente en la cocina, nuestros platos, guisos, salsas, condimentos, ingredientes, revelan una fantasía y una audacia especulativa tanto más sorprendentes cuanto que somos un país pobre, donde mucha gente come mal y alguna no come. Pero aun en las aldeas más insignificantes de la costa, la sierra o la selva del Perú, los vecinos maravillarán al forastero con un orgullo culinario propio, hecho de pequeños inventos, a veces sutilísimas variantes locales de los platos nacionales.
Lo que ocurre en el Perú con la comida ocurre en Brasil con el fútbol. En ese deporte se expresa de manera privilegiada la aptitud creadora de sus gentes, la alegría, la picardía, el ritmo, la sensualidad y la gracia, esas virtudes que están, también, tan vivas y actuantes en su música. He sido siempre un admirador fervoroso del fútbol brasileño, porque es un fútbol que tiene tanto de espectáculo y de rito, de fiestas y de danza, como tiene de deporte. Y, aunque esta tarde, en el estadio barcelonés de Sarria, los discípulos de Telé Santana no jugaron el mejor partido de este campeonato –todavía creo que fue mejor su segundo tiempo contra la Unión Soviética–, el público tuvo ocasión de ver la formidable plasticidad con que ese cuadro se mueve por la cancha, a un ritmo que parece programado por una partitura, y esa combinación tan equilibrada de acción colectiva y jugadas de inspiración individual que permite al fútbol brasileño ser eficaz y preciosista al mismo tiempo.
¿Inventaron los brasileños esa expresión de 'toque' de pelota? En todo caso, es al futbolista brasileño al que se aplica con más justicia. 'Tocar' la pelota se emplea, en la jerga del fútbol, en dos sentidos. En uno, quiere decir recibirla y pasarla al instante, sin demorarse ni un segundo con ella, utilizar el pie, apenas, para desviarla en una dirección que aproveche a la propia. En otro sentido, el verbo designa una manera de llevarse la pelota entre los pies, no pateándola sino 'tocándola', es decir de una manera mucho más leve, suave, afectuosa, flexible, que lo que –en apariencia– pueden hacerlo con los pies.
Pues bien, el futbolista brasileño 'toca' la pelota de un modo inconfundible, al extremo de que no sería fácil identificar a un jugador de ese país, entre otros muchos, por la manera de progresar con el balón. Es una curiosa, extraña, fascinante relación la que parece establecerse entre la pelota y esos pies diestros: una complicidad saltarina, una coquetería rítmica, un entendimiento mágico. Ese 'toque' de pelota fue una de las genialidades de Pelé, y lo es, ahora, de Zico, a quien en el partido contra Argentina, aunque lo vimos fallar varios pases, le aplaudimos también media docena de corridas por el centro con una pelota que parecía prendida a sus pies por una invisible tira plástica. Y hay otra virtud que señalar en el as brasileño: las ganas de jugar, ese ímpetu con que persigue o recobra el balón, ese afán que no es el de un simple futbolista profesional –alguien que se gana la vida, con más o menos talento, pateando una bola– sino el de un hombre con una vocación, profunda para quien el fútbol es una urgencia y un placer al mismo tiempo que un oficio. Confiemos en que la lesión muscular resultante de la falta que sufrió ayer no sea grave, y lo veamos todavía en los partidos que le restan jugar en el Mundial.
Quisiera mencionar a otro jugador brasileño, que, a pesar de su discreta estatura, ayer me hizo el efecto de un gigante: Junior. No me refiero al gol que marcó, limpiamente, sino a su trabajo en la sombra de peón servicial. En un artículo anterior elogié mucho a Ardiles, que también ayer tuvo una valiosa actuación. Junior es un Ardiles, aunque menos serio, más nervioso y alegre. Parece dotado del don milagroso de la ubicuidad, pues uno lo acaba de ver abajo, despojando en una entrada maestra del balón a Maradona, como en la media cancha, atajando un avance enemigo o ideando una ofensiva, como en la puerta del arco contrario, rematando. Son jugadores como Junior, esos obreros sacrificados, los que arman a un cuadro llenando sus huecos, aceitando sus engranajes, galvanizándolo. A estas alturas del Mundial, ya casi no tiene mérito decir que el triunfo del Brasil parece tan inevitable como justo. FIN
LA MIRADA DISTINTA DE MVLL En el Mundial España 82, las páginas deportivas del diario El Comercio tuvieron como invitado especial a Mario Vargas Llosa. Estas columnas redactadas con sobriedad y deliciosa narrativa vuelven a nuestras páginas a manera de homenaje al premio Nobel de Literatura 2010. Las entrañables columnas de MVLL ahora aparecerán en DT en las contracarátulas de los lunes. No se las pierda.
Recuerdos: Mario Vargas Llosa reflexiona sobre una pasión llamada fútbol
El Nobel de Literatura fue columnista de El Comercio durante el Mundial España 82. En esta segunda entrega escribe sobre el origen del masivo fervor que produce este deporte en todo el planeta
Al antropólogo brasileño Roberto de Mata le oí explicar hace un par de años, en una brillante conferencia, que la popularidad del fútbol –fenómeno mayor de nuestro tiempo– expresa la vocación innata de los pueblos por la legalidad, la igualdad y la libertad. Su argumentación era astuta y divertida.
En el fútbol, según él, el público ve representada una sociedad modelo, a la que gobiernan leyes claras y sencillas, que todos comprenden y acatan y que, al violarlas, entrañan para el culpable castigo inmediato. Además de justa, una cancha de fútbol es un espacio igualitario, que excluye todo favoritismo o privilegio. Aquí, en este césped marcado por la tiza, cada cual vale por lo que es, por su destreza, empeño, ingenio y eficacia. Ni el apellido ni el dinero ni las influencias cuentan lo más mínimo para meter goles y merecer los aplausos o silbidos de las tribunas. El jugador de fútbol, por otra parte, ejercita la única forma de libertad que la sociedad puede ofrecer a sus integrantes, so pena de desintegrarse: la de hacer todo lo que quieran que no esté explícitamente prohibido por unas reglas que todos aprueban.
Esto es lo que, en el fondo, provocaría el fervor de esas multitudes que, a lo ancho y a lo largo del mundo, se vuelcan a los estadios, siguen hipnóticamente los partidos en la televisión y discuten y se dan de trompadas por sus ídolos futbolísticos: la secreta envidia, la inconsciente nostalgia de un mundo que, a diferencia de aquel en el que viven, roído por las desigualdades, la injusticia, la corrupción, presa de la ilegalidad y la violencia, es un mundo de convivencia, de imperio de la ley, y equitativo.
¿Será cierta esta bella teoría? Ojalá lo fuera, pues no hay duda de que es seductora, y que nada sería más positivo para el futuro de la humanidad que en los fondos distintos de la multitud anidaran estos civilizados apetitos. Pero lo probable es que, como ocurre siempre, la realidad rebase la teoría y la deje trunca. Porque las teorías son siempre racionales, lógicas, intelectuales y en los fenómenos sociales, como en los individuales, la intervención de la sinrazón, del inconsciente y la pura espontaneidad es siempre tan inevitable como inconmensurable.
Garabateo estas líneas en una butaca del Camp Nou, momentos antes del partido Argentina-Bélgica que inaugura este mundial. Los signos son favorables: sol radiante, un cielo limpio, una impresionante muchedumbre multicolor, en la que ondean banderas españolas, catalanas, argentinas y alguna que otra belga, un ruidoso fuego de artificio, una atmósfera festiva, que sigue con aplausos el espectáculo gimnástico y folclórico que sirve de entremés al partido (y que tiene mucha más calidad de la que suelen tener estas exhibiciones).
Desde luego que este es un mundo bastante más simpático y agradable que el otro, el que se ha quedado detrás de las tribunas del Camp Nou y de esta gente que jalea las danzas y las figuras que hacen decenas de muchachos sobre el césped, como esas del Atlántico Sur y del Líbano a las que el mundial ha relegado a un segundo plano en la atención de millones de aficionados que, en el mundo entero, en las dos horas siguientes, vivirán como quienes ocupan estas tribunas, pendientes únicamente de los pases y disparos de estos 22 jugadores argentinos y belgas que abren el mundial.
Acaso la explicación de este prodigioso fenómeno contemporáneo, la pasión por el fútbol –un deporte elevado a la categoría de religión laica– , sea en realidad bastante menos complicada de lo que suponen los sociólogos y psicólogos que tratan de interpretarla y consista simplemente en que el fútbol ofrece a las gentes algo que apenas tienen: una ocasión de divertirse, de entretenerse, de entusiasmarse, de exaltarse, de vivir unas emociones intensas que la rutina cotidiana rara vez les depara. Querer entretenerse, divertirse, pasar un rato agradable, es la más legítima de las aspiraciones, un derecho tan válido como el de querer comer y trabajar. Por razones múltiples y seguramente complejas, el fútbol ha venido a cumplir en el mundo de hoy esta función con más éxito y universalidad que cualquier otro deporte. A quienes el fútbol nos gusta y nos da placer no nos sorprende en absoluto la jerarquía que ha alcanzado entre los entretenimientos colectivos, pero hay muchos que no lo entienden y además lo deploran y critican.
El fenómeno les parece lamentable porque, dicen, el fútbol enajena y empobrece intelectualmente a la multitud, distrayéndola de los asuntos importantes. Quienes piensan así olvidan que divertirse es un asunto importante. Olvidan también que lo característico de una diversión, por intensa y absorbente que sea, y un buen partido lo es en grado sumo, es ser efímera, intrascendente, inocua, una experiencia en la que el efecto desaparece al mismo tiempo que la causa.
El deporte, para quien disfruta de él, es amor a la forma, un espectáculo que no trasciende lo corporal, lo sensorial y la emoción instantánea que, a diferencia de lo que ocurre por ejemplo con un libro o un drama, apenas deja huella en la memoria y no afecta para nada el conocimiento, ni para enriquecerlo ni para deteriorarlo. En eso está su encanto: en ser emocionante y vacío. Por eso pueden gozar del fútbol, por igual, el inteligente y el tonto, el culto y el inculto. Ahora basta, ha llegado el rey, han salido los equipos, se ha declarado inaugurado el mundial, el partido comienza. Basta de escribir. Vamos a divertirnos un poco.
DERROTA ARGENTINA Un debut con sorpresa Vargas Llosa escribió estas líneas antes del partido que Argentina perdería ante Bélgica por 1-0 en España 82. Era el equipo de Maradona: un campeón que no pudo repetir.
Como se recuerda, antes de que ganara el premio Nobel, la directiva anterior manifestó su intención de otorgarle una distinción de este tipo al escritor. Sin embargo, los problemas políticos del club terminaron truncando esta posibilidad.
Los socios del club decidieron en la asamblea de hoy convertir en socio al hincha más prominente de Universitario y la ceremonia de entrega de este reconocimiento se hará en la presentación del primer equipo, en enero, aprovechando que el escribidor se encontrará en nuestro país.
Como se recuerda, la Junta Transitoria había insistido en que este reconocimiento también serviría para que algún equipo grande de Europa llegue al país para jugar con los merengues.
Miércoles 24 de noviembre de 2010 - 10:56 am 11 comentarios
Fotos: Reuters / Video: Fox Sports
Mario Vargas Llosa es un apasionado hincha del fútbol y de Universitario de Deportes. Y es obvio que los comentaristas deportivos deben ser hinchas suyos. Al menos así lo dejó patente Fernando Niembro, de Fox Sports, que recordó al escribidor en plena transmisión del partido que el Real Madrid ganó 4-0.
"Hablando de colonias y de esas historias que tenían que ver con siglos pasados, imperdible el libro de Mario Vargas Llosa, 'El sueño del celta', el último libro, que habla de este tipo de situaciones que ocurrieron en el Congo Belga y en el Amazonas. El último libro del premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa".
Pizarro Bossio confesó a la Deutsche Welle que se hizo la misma pregunta varias veces y que encontró una respuesta para su sequía con la rojiblanca.
"No crean que ese tema no me preocupa, al contrario. Yo llevo mucho tiempo dándole vueltas a ese asunto y es algo que yo mismo no entiendo pero para lo cual -pese a lo complicado de la situación- creo haber encontrado una explicación que es simple: yo aquí en Bremen juego en un grupo al que veo todos los días y con el cual nos comprendemos de maravilla y cuando voy a la selección entreno solo dos días con el equipo y es muy difícil aprender movimientos en tan corto tiempo", dijo el atacante.
El atacante peruano, que no estará en el próximo amistoso de la rojiblanca, prosiguió con su explicación: "Yo no soy un delantero de esos que aprovecha las ocasiones solo, yo dependo del trabajo colectivo y mis goles son el resultado de jugadas en conjunto. Claro que me he dado cuenta que para mí a veces es más duro hacer goles en la selección y mucha gente espera que yo solucione las situaciones solo, que resuelva partidos en solitario, pero yo no soy ese tipo de jugador".
Claudio reiteró que su sueño es clasificar al Mundial Brasil 2014 con la selección peruana. "Ir al Mundial sigue siendo un sueño mío, un sueño de todo el país que quiero hacer realidad, ese es mi siguiente gran objetivo", agregó.
SIGUEN LOS RETOS El 'Bombardero de los Andes' también reveló que su próximo objetivo en el fútbol alemán es ingresar al 'Top ten' de los goleadores de la Bundesliga. "Actualmente soy el mejor de los extranjeros pero estoy en el puesto 17; 28 goles más y alcanzo la posición 10", indicó "Pizza", que espera alcanzar el récord del futbolista extranjero con más partidos en la Bundesliga que ostenta Serguei Barbarez con 330 antes de su retiro. Pizarro tiene 288.
Robert McNair Price (born July 7, 1954) is an American theologian and writer. He is professor of theology and scriptural studies at the Coleman Theological Seminary, professor of biblical criticism at the Center for Inquiry Institute, and the author of a number of books on theology and the historicity of Jesus, including Deconstructing Jesus (2000), The Reason Driven Life (2006), Jesus is Dead (2007), and Inerrant the Wind: The Evangelical Crisis in Biblical Authority (2009).[4]
A former Baptist minister, he was the editor of the Journal of Higher Criticism from 1994 until it ceased publication in 2003, and has written extensively about the Cthulhu Mythos, a "shared universe" created by the writer H. P. Lovecraft.[5] He also co-wrote a book with his wife, Carol Selby Price, Mystic Rhythms: The Philosophical Vision of Rush (1999), on the rock band Rush.
Price is a fellow of the Jesus Seminar, a group of 150 writers and scholars who study the historicity of Jesus, the organizer of a Web community for those interested in the history of Christianity,[6] and sits on the advisory board of the Secular Student Alliance.[3]He is a religious skeptic, especially of orthodox Christian beliefs, occasionally describing himself as a Christian atheist. He is known in particular for his skepticism about the existence of Jesus as an historical figure, arguing in 2009 that Jesus may have existed but "unless someone discovers his diary or his skeleton, we'll never know."[7]
In books like The Incredible Shrinking Son of Man and Deconstructing Jesus, Price challenges Biblical literalism and argues for a more skeptical and humanistic approach to Christianity. He questions the idea of a historical Jesus; in the documentary The God Who Wasn't There, Price supports a version of the Jesus myth, suggesting that the early Christians adopted the model for the figure of Jesus from the popular Mediterranean dying-rising saviour myths of the time, such as that of Dionysus. He argues that the comparisons were known at the time, as early church father, Justin Martyr had admitted the similarities. Price suggests that Christianity simply adopted themes from the dying-rising god stories of the day and supplemented them with themes (escaping crosses, empty tombs, children being persecuted by tyrants, etc.) from the popular stories of the day in order to come up with the narratives about Christ.[citation needed] He has argued that there was an almost complete fleshing out of the details of the gospels by a Midrash (haggadah) rewriting of the Septuagint, Homer, Euripides' Bacchae, and Josephus.[9]
Price denies that the Q source is a reliable source for the historical Jesus, because Q simply shows a common cynical tang and therefore does not imply a single sage existing behind it.[citation needed] Price acknowledges that there are a few ancient non-New Testament sources (such as Tacitus) that claim Jesus Christ was a real living person. However, Price points out that even if these references are taken as genuine, they at most refer to the claims of the contemporary Christians of the time about Jesus, and were never claims of Jesus as a contemporary of the ancient writers.[citation needed]
As editor of the journal Crypt of Cthulhu[10] (published by Necronomicon Press) and of a series of Cthulhu Mythos anthologies[11][12][13], Price has been a major figure in H. P. Lovecraft scholarship and fandom for many years.[14] In essays that introduce the collections and the individual stories, Price traces the origins of Lovecraft's entities, motifs, and literary style. The Cthulhu Cycle, for example, saw the origins of the octopoid god in Alfred Lord Tennyson's "The Kraken" and particular passages from Lord Dunsany, while The Dunwich Cycle points to the influence of Arthur Machen on Lovecraft's "The Dunwich Horror".
Price's religious background often informs his Mythos criticism, seeing gnostic themes in Lovecraft's fictional god Azathoth[15] and interpreting "The Shadow Over Innsmouth" as a kind of initiation ritual. [16]
Price runs The Bible Geek, a broadcast show that allows people to ask the Bible Geek questions that he will answer.[17] In 2010 he became one of three new hosts on Point of Inquiry (the Center for Inquiry's podcast), following the retirement of host D. J. Grothe from the show. Having appeared on the show twice before as a guest (see external links below), he will now host about a quarter of the new podcasts.[18]
^ Price, Robert M. (2005). "New Testament narrative as Old Testament midrash". in Jacob Neusner and Alan J. Avery-Peck. Encyclopaedia of Midrash: Biblical Interpretation in Formative Judaism. Leiden: Brill. ISBN 90-04-14166-9.
^ Harms, Daniel. The Cthulhu Mythos Encyclopedia. Elder Signs Press. p. XV. ISBN1934501050.
^ Joshi, S.T.. Icons of Horror and the Supernatural: An Encyclopedia of Our Worst Nightmares. Greenwood Publishing Group. p. 126. ISBN0313337802. "The Cthulhu Mythos remains a popular venue in literature and the media. Since the 1980s Robert M. Price has been a kind of August Derleth redivivus in publishing a dozen or more anthologies of Cthulhu Mythos tales by writers old and new"
^ Mitchell, Charles P.. The Complete H.P. Lovecraft Filmography. Greenwood Press. p. 6. ISBN0313316414.
^ Hite, Kenneth (2008). Tour De Lovecraft: The Tales. Atomic Overmind Press. p. xiii. "Joshi's only rival for eminence in the field durin the 1980s and 1990s was Robert M. Price"
^ Hite, Kenneth (2008). Tour De Lovecraft: The Tales. Atomic Overmind Press. p. 84. "Equally importantly and convincingly, Price analyses the tale as a vision-quest, a coming-of-age ordeal ritual, which I have to say is pretty dead-on."